Salud del Pekinés

  • ¿Cuáles son las enfermedades o dolencias más comunes en el pekinés?

Problemas digestivos: causados por una incorrecta alimentación, alergias alimentarias o situaciones de estrés que pueden producir desequilibrios de la flora bacteriana. La alimentación con proteína de alta calidad de origen animal y la baja cantidad de cereales ayuda a mantener una salud digestiva óptima que muchas veces soluciona el problema. 

Problemas dentales: las piezas  delanteras e inferiores de la boca suelen empezar a caerse sobre los 3 años de edad. La acumulación de sarro y placa puede empeorar la vida de un pekinés y el crecimiento bacteriano acortar la vida provocando problemas cardíacos. La prevención es mantener la boca lo más limpia posible a diario, usando cepillados, suplementos para cambiar el ph de la saliva y geles dentales. Los suplementos con algas marinas, una dosis diaria en la comida pueden ayudar a evitar la formación de placas. Aparte de en nuestra tienda online, también se vende en farmacias, veterinarios y tiendas de animales. También es recomendable en gel Fresh Breath de Tropiclean cada 3 meses durante 1 mes, disolverá la placa que se pueda haber formado. Respecto a los huesos para perros es necesario tener mucho cuidado ya que la gran mayoría no se digieren bien, los que mejor resultados nos han dado y menos problemas digestivos son los de DentaStix de la marca Pedigree. Moderar la cantidad a tomar por semana, uno cada dos días es suficiente

Problemas del sistema locomotriz: debido al tipo de cuerpo que tiene el pekinés, donde las extremidades son muy cortas y la espalda es proporcionalmente larga. Principalmente se trata de problemas de espalda, pinzamientos de los nervios de la columna, contracturas musculares y a veces excesivo desgaste de articulaciones (artrosis o displasia de cadera). Un mal salto, una caída o un golpe pueden producir una hernia discal. El pekinés es una raza genéticamente predispuesta el IVDD (Intervertebral disc disease) al igual que otras muchas razas de pata corta o condrodisplásicas (teckel, basset hound, corgi, e incluso razas como el cocker son portadoras del mismo tipo de gen que produce la pata acortada y está relacionado con mayor riesgo de problemas de espalda).

La prevención es dar una dieta que contenga condroprotectores y no dejar al animal hacer actividades que puedan dañar las articulaciones y la espalda, como subir y bajar del sofá o cama, por supuesto los escalones altos de la casa y las escaleras con el tiempo también estropean la espalda y las caderas por el desgaste que supone dicha actividad para las articulaciones y la presión que ejerce sobre la columna vertebral. Si hay escaleras en casa, por el bien del perro, hay que restringir su acceso y llevarlo en brazos para subir y bajar, en caso de un escalón. Lo más sencillo es poner una rampa. Existen varias marcas de complementos para las articulaciones que son de mucha calidad, su veterinario puede recomendarle el que considere más adecuado.

En Lion Dance trabajamos por la mejora continua de los perros nacidos en casa y formamos parte del mejor programa de análisis y selección genética para criadores que existe actualmente en el mundo, llevado a cabo por el laboratorio de genética canina de Embark en colaboración con la Cornell University College of Veterinary Medicine de Estados Unidos. El gen asociado al riesgo de IVDD se descubrió en 2017 y a partir de 2019 se empezó a realizar a aquellas razas de pata corta que podían estar afectados. Así es cómo se ha descubierto que es un gen muy extendido en todas estas razas y que la gran mayoría de perros portadores nunca desarrollan la patología del IVDD. Esto significa por tanto que el factor ambiental juega un papel decisivo en el desarrollo del mismo y que es posible que existan otros genes que ayuden a que este problema no llegue a desarrollarse y que aún se desconoce el funcionamiento o que existan. Tras realizar los test de adn para riesgo de IVDD al menos a 20 pekineses no pudimos encontrar ninguno que no fuera portador de al menos una copia del gen, siendo el 75% doble portador y el 25% portador de 1 copia. En la muestra analizada los ejemplares eran de muy diferentes líneas de sangre y se encontraban sanos sin síntoma alguno de IVDD siendo además de todas las edades, desde jóvenes a ancianos. Por tanto se puede deducir, en nuestra experiencia propia, que será casi imposible quitar este gen de la raza pero sí existe una pequeña posibilidad de empezar a criar pekineses libres del mismo. Mientras tanto seguiremos seleccionando para la cría ejemplares sanos que no han desarrollado problema alguno y que podemos ver que tienen buena predisposición atlética y seguiremos colaborando con el análisis genético de nuestros pekineses, enviando muestras para análisis genético y remitiendo los informes anuales sobre su salud a los grupos de investigación que trabajan sobre el tema con Embark. Creemos importante que quien adquiera un pekinés o cualquier otra raza de pata corta sea consciente de que el riesgo de IVDD es común a todos los miembros de la raza aunque finalmente sea un porcentaje muy pequeño de animales los que lo desarrollen a lo largo de su vida. Para aquellos que lo desarrollen es muy recomendable la terapia con anti inflamatorios y reposo que ha demostrado remediar el problema hasta a un 80% de los casos cuando se cogen a tiempo. Sin embargo existe un porcentaje del 20% que podrá acabar requiriendo una intervención quirúrgica.

 Problemas del sistema respiratorio debidos al calor: el pekinés una raza braquicéfala, la prevención del golpe de calor y de los síndromes asociados a estas razas es obligado. La prevención más sencilla es no dejar que el perro se acalore en exceso, prevenir los paseos en momentos de calor, viajar con el aire acondicionado... En verano el uso de un simple ventilador y retirarse a las zonas frescas de la casa será un alivio inmediato. El uso de alfombras refrigerantes, que funcionan por evaporación del agua después de mojarse, combinado con placas congeladas es siempre muy efectivo. El perro buscará echarse encima y rápidamente se refrescara. 

  Problemas en las operaciones: el pekinés es especialmente sensible a ciertos medicamentos como los usados en las anestesias, antibióticos y a veces reacciones a vacunas. También hay que vigilar con mucha precaución el post-operatorio. Por eso cualquier anestesia debe ser administrada poco a poco y de forma controlada ya que la reacción a la misma no siempre se puede predecir. Las operaciones deben de realizarse con el perro debidamente entubado, con control de la frecuencia cardíaca, sueroterapia y disponer de un sistema de respiración asistida en caso de necesitarlo. Antes de una operación es importante plantearse realmente la necesidad de realizarla y hablar con el veterinario respecto a la operación y el postoperatorio, buscando siempre la mayor seguridad y poniéndose en la peor situación posible para así prevenirla. En caso de duda, y siempre que la urgencia de la operación lo permita, consultar con otro veterinario si no tenemos seguridad suficiente.

 Problemas oculares: el mayor problema suele ser el de pequeñas úlceras en los ojos, pequeñas heridas por accidentes, que se hacen ellos mismos al rascarse la cara o si jugando con otros animales. El tratamiento es sencillo pero requiere paciencia en casos más graves. Un seguimiento veterinario es obligatorio. Incluso las úlceras más grandes suelen curarse en poco tiempo sin dejar secuelas con el correcto tratamiento. Es importante buscar la causa de la misma, si la cara está sucia se deberá mantener mejor higiene y se deberá limpiar diariamente las arrugas internas para evitar que la acumulación de suciedad le de picor y crecimiento bacteriano. Recomendamos productos de cuidado y desinfección de la piel sana como la clorhexidina líquida. Dejar de lado la limpieza de la zona llevará en muchos casos a la repetición de las úlceras.

 Problemas de alergias: causados principalmente por reacciones del sistema inmune a vacunas o alimentos. Las alergias se manifiestan a menudo en la piel con sarpullidos, rojeces, picores, a veces rinitis (nariz con estornudos) y ojos llorosos o con legañas y otras veces en el sistema digestivo (cólicos y diarreas). En reacciones alérgicas a vacunas o medicamentos pueden darse desde inflamación generalizada que puede producir incluso asfixia hasta inflamaciones en ciertas partes del cuerpo que pueden darse en los días posteriores. Debido a la posibilidad de reacciones alérgicas a vacunas y medicamentos (algunos antibióticos también han provocado reacciones a pekineses) es necesario permanecer un rato en la clínica veterinaria después de la administración para comprobar que efectivamente no se produce una reacción alérgica, y en caso de que la hubiera que puedan atender rápidamente al animal. Las reacciones graves se producen en los siguientes 15 minutos y las leves hasta 2 o 3 días después. Respecto a las vacunas, las reacciones a la vacuna de la rabia se dan con cierta frecuencia , a veces son reacciones rápidas tras la administración y otras veces aparecen a los días siguientes en forma de ligera inflamación cutánea, especialmente en la zona de la cara acompañada de dermatitis, sarpullidos en la barriga también son frecuentes.  La mayor frecuencia de reacciones se producen en las vacunaciones de rabia anuales, para intentar evitarlas es recomendable usar la misma marca de vacuna que las anteriores y solamente vacunar lo legalmente necesario. Cada comunidad autónoma es diferente respecto a los plazos legales de vacunación para la rabia.

En el caso de que el animal tenga alguna reacción de dicho tipo necesitará atención veterinaria a corto plazo. A largo plazo  la mejor solución es rebajar la cantidad de vacunaciones, en el caso de que pueda ser alergia o intolerancia alimentaria se puede probar a cambiar la alimentación eliminando cereales como el maíz y el trigo de la dieta, aumentar el aporte de proteínas frescas de origen animal (carne y dieta tipo BARF), dar complementos de omega 3 y 6 (aceite de trucha o de salmón en cápsulas, 1 cápsula al día con la comida, aunque la mejor fuente es el aceite de Krill, también en cápsulas, 1 cápsula cada dos días con la comida).

También hay que tener cuidado con los productos que se usan para el momento del baño, especialmente el champú. La piel del pekinés es seca y algo delicada, no es raro que tengan sequedad en la piel tras el baño y les produzca picores. Lo ideal es usar un champú para perros de piel delicada, de aloe vera o avena. Hay varias marcas que nos han dado muy buenos resultados. 

    Es recomendable usar también un acondicionador después del champú para hidratar el pelo y la piel.